Javier Milei y Mauricio Macri cruzaron mensajes de unidad. En el distrito ya hay varios intentos. Pero la interna parece inevitabe.
¿ACUERDO? Milei y Macri se envían mensajes para una tensa unidad de cara al año que viene.
En las ultimas horas, el expresidente Mauricio Macri le abrió las puertas a una alianza electoral entre PRO y La Libertad Alianza luego de una frase de Javier Mili que sonó a ultimatum: “O vamos juntos en todo o vamos separados”, había dicho el mandatario.
Lo cierto es que en el distrito de Pilar, dirigentes de ambos bandos vienen trabajando en acercamientos desde hace tiempo. En la mayoría de los casos, se trata de compartir debilidades para hacerlas fortalezas. Mientras dirigentes del Pro buscan el sol del apoyo popular que las urnas les niegan, en LLA aspiran a suplir la inexperiencia de la mayoría de sus dirigentes. Un combo de necesidades a veces complementarias.
El concejal y excandidato a intendente por el Pro, Sebastián Neuspiller, viene trabajando desde hace tiempo en interbloque con la concejala libertaria Solana Marchesán. Ambos consiguieron así surfear en el recinto del Concejo Deliberante la soledad a la que los condenaba la mala relación con la mayoría de sus propios copartidarios.
Por otro lado, la concejala Analía Leguizamón, que no resigna su intención de mostrarse con candidata la intendencia, ofreció su larga experiencia en el Estado al nobel edil libertario Juan Pablo Casañas Ongananía. Apenas asumidos, comenzaron a trabajar en un interbloque con proyección de generar un acuerdo electoral para las intermedias.
Del mismo modo, el dirigente macrista Andrés Genna lanzó hace meses una mesa consjunta con la libertaria Daniela Barrionuevo, al frente del PAMI Pilar, aunque tras un lanzamiento público nunca más dieron a conocer acciones conjuntas.
Finalmente, los únicos que por el momento eligen mostrarse por su cuenta son Juan Martín Tito –tal vez el libertario con mayor proyección para 2027- y la macrista Adriana Cáceres. Aunque la relación entre ellos fue mejorando en los últimos meses, por hora no ay alianza desde lo formal.
La paradoja es que la relación entre los distintos tándems aquí descriptos, oscila entre la indiferencia y la hostilidad lisa y llana. La construcción de una alianza que los contenga a todos el año que viene dependerá solo de la obediencia verticalista o, de lo contrario, será escenario de una interna de tono áspero y resultados impredecibles.
El lunes por la noche, en sus redes sociales, Macri escribió: “En función a lo dicho por el presidente Milei: ‘O vamos juntos en todos lados o vamos separados; trampas al electorado, no’, acuerdo, porque esa fue siempre mi posición: poner todas las ideas sobre la mesa, cumplir con la palabra como nosotros hicimos este año, ser absolutamente transparentes con el electorado y, ante todo, cuidar la República”.
Tal como publicó la agencia DIB el fin de semana, en un adelanto de una entrevista que le concedió a la revista Forbes, Milei opinó: “Las elecciones van a ser extremadamente importantes para marcar la velocidad de la reforma. La hicimos de una manera rápida, pero podríamos haberlo hecho muchísimo más rápido. El dolor que tuvo que soportar el pueblo argentino durante el primer trimestre, si no hubiera sido porque la política empastaba todo, hubiera sido mucho más breve”.
Y fue en ese punto que, consultado sobre las posibilidades de negociar con PRO el armado en algunas jurisdicciones, Milei fue tajante: “No hago ese cálculo. Me niego rotundamente. Eso es hacerle trampa al electorado. O vamos juntos en todo o vamos separados. Trampas al electorado, no. Los que estamos del lado de las ideas de la libertad, nos ponemos de este lado. Del otro lado no me interesa porque yo no estoy, no tengo nada que hablar con los kukas”.