Un terrible caso de justicia por mano propia tuvo lugar en las últimas horas en Luján, donde un hombre de 31 años murió tras ser golpeado y maniatado por un grupo de vecinos en la localidad de Olivera.
Ocurrió en Olivera. Es un hombre de 31 años que estaba visitando a familiares. Aún no pudo ser vinculado a ningún hecho. Hay detenidos.
Un terrible caso de justicia por mano propia tuvo lugar en las últimas horas en Luján, donde un hombre de 31 años murió tras ser golpeado y maniatado por un grupo de vecinos en la localidad de Olivera.
El hecho tuvo lugar el sábado por la noche y la víctima, identificada como Jeremías Sosa, murió tras ser golpeado y maniatado, acusado de intentar cometer robos en varias viviendas. Sin embargo, con el correr de las horas aún no pudo comprobarse que haya estado involucrado en algún hecho delictuvo.
Según precisó el sitio El Civismo, la versión policial sostiene que Sosa habría intentado robar en varias viviendas y que vecinos lo redujeron hasta la llegada de los efectivos. Sin embargo, testimonios de allegados y testigos aseguran que no era un delincuente y que lo asesinaron injustamente, por el solo hecho que no era de la zona.
En este sentido, la Policía detalló en un parte que a Sosa, tras intentar robar, “como consecuencia lo agreden, maniatan y retienen hasta el arribo del personal para luego dispersarse rápidamente sin aportar datos” y que “al acercarse los uniformados dan cuenta que este carece de signos vitales”.
Pero familiares y testigos niegan que la víctuma haya cometido algún delito. Aseguran que no estaba armado ni necesitaba robar. La hipótesis de que intentó ingresar a viviendas y comercios no tiene sentido para su entorno, sobre todo en el horario nocturno en que ocurrieron los hechos.
Según relataron, Sosa había salido a comprar carne para hacer el relleno de empanadas por pedido de su esposa. Aunque parezca inusual, en Olivera aseguran que es posible encontrar comercios abiertos a las 22. También creen que quizás se resistió a que lo roben y empezó a correr de delincuentes que le dieron alcance y lo mataron a golpes y patadas.
Terrible
De acuerdo a lo que pudo reconstruir el diario lujanense a partir de testimonios, Sosa fue perseguido por varias personas por calle Reconquista e incluso intentó refugiarse en dos viviendas sin éxito.
Finalmente, fue alcanzado en Juan XXIII al 800, donde lo derribaron entre dos árboles y comenzaron a golpearlo brutalmente. Aseguran que en el linchamiento participaron al menos una mujer que le habría propinado una patada certera en la cabeza. Incluso, se sospecha que también algunos menores de edad estuvieron involucrados.
Para colmo, mientras Sosa suplicaba clemencia y pedía auxilio de manera reiterada, un vecino salió de una vivienda y lo maniató, permitiendo que la golpiza continuara.
A pesar que el Destacamento Policial de Olivera se encuentra a unos 400 metros del lugar del crimen y pese a los múltiples llamados de alerta, la Policía tardó 40 minutos en llegar. Fue el Comando Patrullas Luján el que finalmente intervino tras una llamada que ingresó al 911.
Cuando los efectivos arribaron, la turba se dispersó. Un testigo señaló a dos personas como participantes del linchamiento: Gustavo Javier Rocha, de 49 años y Alex Ezequiel Iñiguez, de 25 años quienes terminaron aprehendidos. En el caso del más joven, asegura que en realidad él fue uno de los que quiso detener la golpiza.
Por su parte, la Policía en lugar de asistir de inmediato a Sosa, lo esposó e intentó subirlo al patrullero. Pero al notar que se desvanecía, lo dejaron tendido en el asfalto por temor a que se muera arriba de la unidad policial.
Los Bomberos Voluntarios del Destacamento 2 Pueblo Nuevo llegaron 20 minutos después e intentaron reanimarlo con maniobras de RCP, pero ya era tarde. Fue trasladado al Hospital Zonal General "Nuestra Señora de Luján", donde ingresó sin vida a las 23:23.
Lo cierto es que hasta el momento no hay pruebas concretas que respalden esa versión inicial apuntando a Sosa como un malviviente: no se han presentado denuncias de robo que lo vinculen con hechos delictivos esa noche y los testimonios de familiares indican que no había cometido ningún delito. Además, no estaba armado.
La Fiscalía 10 caratuló el caso inicialmente como "Homicidio en riña", aunque la calificación podría modificarse con el avance de la investigación.
Familiares de Sosa y allegados al aprehendido Iñiguez exigen que se revisen las cámaras de seguridad privadas de la zona, en especial las cuatro ubicadas en el domicilio de Juan XXIII al 700, lindante con el lugar del linchamiento.
Hasta el domingo a la tarde, los propietarios no han mostrado colaboración para ceder las imágenes, lo que genera sospechas sobre posibles encubrimientos.