“Crew ya no es sólo una escuela de baile: es un espacio donde se crean lazos verdaderos y duraderos”, expresa su fundadora y así es: a punto de cumplir sus primeros 10 años, el establecimiento mantiene el espíritu que lo vio nacer mientras sigue en pleno crecimiento.
En 2015, Ayelén Ingolotti sintió que era el momento de crear su propio espacio, un lugar en el que se enseñara a bailar pero también a forjar pertenencia y buenos vínculos. Así nació Crew.
“La decisión nació en una charla familiar con mis papás -recuerda Ayelén en diálogo con El Diario-. Ellos me escucharon, me aconsejaron y me impulsaron a dar ese gran paso: abrir mi propia escuela de baile. Sentían —y yo también— que el momento había llegado”.
En ese entonces “venía dando clases en varias escuelas y gimnasios de Pilar, Del Viso y alrededores. Bailo desde muy chica: empecé formándome en Pilar y, con los años, seguí perfeccionándome y estudiando en CABA. Crew fue el sueño que nació de todo ese recorrido… Y del amor que siempre le tuve a bailar”.
-¿Dónde arrancaron y con cuántos alumnos?
-Abrimos nuestras puertas el 1° de mayo de 2015, en Ituzaingó 350, con menos de 50 alumnos que confiaron en un proyecto que recién comenzaba. Fue un inicio pequeño en números, pero gigante en sueños, energía y amor por la danza. Desde ese día empezamos a construir algo que con el tiempo se transformó en mucho más que una escuela: una gran familia.
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Crew comenzó con menos de 50 años y de inmediato fue multiplicando su matrícula.
-¿Cómo fue creciendo con el paso del tiempo?
-En 2015 inauguramos nuestro primer espacio en la calle Ituzaingó, con muchas ganas y grandes sueños. Desde entonces, Crew creció sin parar: pisamos escenarios importantes, viajamos, fuimos reconocidos con premios y atravesamos desafíos enormes como la pandemia, que lejos de frenarnos nos fortaleció. En 2019 dimos un gran paso y nos mudamos a un local más amplio, con dos salones que nos permitieron seguir expandiéndonos. Desde ahí, seguimos bailando en teatros, calles, plazas y pantallas…
Vivo por y para Crew. Acá descubrí que el esfuerzo, la pasión y la perseverancia se bailan en equipo. AYELÉN INGOLOTTI. Vivo por y para Crew. Acá descubrí que el esfuerzo, la pasión y la perseverancia se bailan en equipo. AYELÉN INGOLOTTI.
Orgullos y planes
En la actualidad, la escuela de danza funciona en Independencia 515, donde cada semana cientos de alumnos participan de las diversas clases, varias de ellas impartidas incluso por exalumnas o docentes que están prácticamente desde el primer día.
-¿Cuáles fueron algunos de los mayores logros u orgullos de Crew en estos 10 años?
-Es un enorme orgullo ver todo lo que crecimos a lo largo de estos años. No sólo por la cantidad de alumnos, sino por el reconocimiento, el camino recorrido y el alma que fuimos construyendo como comunidad. Crew ya no es sólo una escuela de baile: es un espacio donde se crean lazos verdaderos y duraderos, se construye confianza y, sobre todo, se aprende a creer en los sueños.
-¿Cuáles son algunos de los planes a futuro?
-A futuro, mi mayor deseo es seguir formando alumnos, pero con una mirada aún más profesional e integral. Quiero ofrecer espacios de formación completa, que no sólo perfeccionen la técnica, sino que preparen a los bailarines para escenarios, competencias y experiencias internacionales.
-¿Qué opinión tenés de la danza en Pilar, con tantas escuelas conviviendo?
-La danza vive un momento hermoso y desafiante a la vez. Que haya tantas escuelas de baile no es un problema, sino una señal clara de que el arte se expande, se multiplica y llega a más personas. Cada escuela tiene su esencia, su comunidad, su manera de enseñar y vivir la danza. En este mar de opciones, lo importante no es competir, sino crear, compartir, inspirar y ser auténticos. Porque al final, lo que deja huella no es cuántos pasos sabés… sino cómo te hace sentir el camino bailado.
-¿Cuáles serían las fortalezas o distintivos de Crew?
-Crew es mucho más que un espacio para aprender a bailar. Es un lugar donde se cultiva el sentido de pertenencia, se potencia la creatividad y se valora la expresión auténtica a través del movimiento. Cada clase está pensada no sólo para mejorar habilidades técnicas, sino para que cada alumno se descubra, confíe en sí mismo y crezca como persona. Es un entorno donde se aprende, se comparte, se crea, se sueña… Y sobre todo, se vive el baile como una forma de conexión profunda con uno mismo y con los demás.
-¿Qué significa Crew a esta altura para vos?
-Es difícil poner en palabras lo que Crew significa para mí, porque realmente lo es todo. Es mi casa, mi refugio, mi lugar seguro. Es donde late mi corazón y donde siento que pertenezco. Vivo por y para Crew. Acá descubrí que el esfuerzo, la pasión y la perseverancia se bailan en equipo. Es el espacio donde crecí, donde lloré, me reí, caí y me volví a levantar. Donde me encontré con lo mejor de mí y con lo mejor de todos los que forman Crew.
EL DATO Crew celebrará sus 10 años con una gran fiesta que tendrá lugar en el Teatro Niní Marshall, de Tigre, el próximo sábado desde las 19. Habrá baile, sorpresas y mucha emoción.